Verano para el éxito o para el fracaso

Por José Ramón Fortuño Candelas
NILVEM

Con la llegada del verano, los estudiantes se deshacen de sus mochilas, libros y libretas mientras los padres y madres se desviven por brindarles el máximo de entretenimiento y diversión posible. Aunque esto no tiene nada de malo de por sí, lamentablemente, muchas veces estamos dándole la espalda a una realidad que volveremos a enfrentar, empeorada, el año escolar siguiente.

La falta de técnicas adecuadas de estudio hará que el próximo año el estudiante vuelva a tener problemas con sus estudios y con el manejo del tiempo, sólo que agravados por el natural incremento en los niveles de dificultad que cada año implica. Todos los estudiantes, aún los que obtienen buenas notas, se quejan de que invierten demasiado tiempo en sus tareas o no logran sacarle el provecho esperado al esfuerzo. Y aunque el verano es tiempo de diversión y relajamiento, es bueno que también pensemos en aprovecharlo para resolver esta situación para que el próximo año los estudios sean más fructíferos y llevaderos.

Estudios demuestran que los niños y jóvenes pierden como mínimo el equivalente de uno a dos meses de instrucción escolar durante las vacaciones de verano. El largo periodo vacacional provoca en los estudiantes una desconexión de todo lo académico, y en agosto los maestros tienen que dedicar varias semanas a ponerlos al día.

No obstante, los efectos de la pérdida de conocimientos durante el verano pueden ser prevenidos.

En promedio, los estudiantes que sufren de pérdida de conocimientos y destrezas en el verano todos los años no se desempeñan tan bien en pruebas estandarizadas como los estudiantes que obtienen ganancias de educación en el periodo de vacaciones. Es por eso que involucrar a los estudiantes en actividades educativas durante las vacaciones ayuda grandemente a impedir que los estudiantes y adolescentes sufran de un retroceso en sus conocimientos y destrezas en este periodo.

A continuación presento algunas sugerencias acerca de cómo prevenir esta pérdida del verano.

Para prevenir pérdidas en lectura y escritura: En el caso de niños pequeños, léales en voz alta todos los días y pídales que le lean a usted. Llévelos a librerías a obtener libros de su interés y suscríbase a revistas con temas intrigantes para ellos; motívelos a hacer búsquedas de temas interesantes en la Internet. Despierte interrogantes y curiosidad en sus hijos, y exhórtelos a que busquen información y respuestas. Prémielos y reconózcalos por su tiempo de lectura.

Para prevenir pérdida en ciencias y matemáticas: Motive a sus hijos a ver programas educativos y documentales televisivos sobre temas científicos. Visite museos, zoológicos y parques botánicos o espaciales durante las vacaciones. Confeccione recetas con sus hijos en las cuales puedan practicar proporciones matemáticas, fracciones y mediciones. Haga un jardín o huerto casero en el que los niños puedan aprender sobre el crecimiento de las plantas y cómo afecta el clima, los fertilizantes e insectos.

Para prevenir pérdidas en los estudios sociales: Utilice eventos internacionales para explorar las culturas y costumbres de diferentes países. Adquiera un mapamundi o un globo terráqueo para que el niño aprenda sobre geografía. Por último, considere cursos y adiestramientos que cubran deficiencias en sus estudios y llenen lagunas existentes.

A través de los años, he observado cómo los estudiantes que asisten a los cursos que ofrezco de mejoramiento de destrezas de estudio regresan en agosto con un ánimo renovado y listos para continuar adelante. Un estudiante que se adiestra en las avanzadas técnicas de la Lectura Veloz, por ejemplo, regresa a clases cargado de una nueva actitud hacia la lectura, mucho más positiva.

Más que atender a deficiencias específicas en una materia u otra, es importante atender las deficiencias generales en el proceso de estudio. Un estudiante que aprende a leer de una manera más eficiente, a organizar sus estudios con efectividad y a memorizar todo sin tener que “embotellárselo”, regresa en agosto con las baterías recargadas.

Y de eso se trata, de sí nuestros chicos y chicas van a regresar con las baterías recargadas o descargadas. Que el nuevo año escolar comience y siga con éxito depende, en gran medida, de lo que hagamos este verano.

Cursos Verano Intensivo de Lectura Veloz

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